¿Sabrías decir cómo se inventó el MICROONDAS?

Es curioso el caso de los inventos que han sido descubiertos por accidente para posteriormente perfeccionarse en su diseño, pero es más curioso cuando éstos llegan a volverse indispensables en nuestra  vida.

Uno de esos casos es el del microondas, que fue descubierto accidentalmente mientras Pery Spencer investigaba posibles formas de mejorar el funcionamiento de radares militares de alta frecuencia para la Raytheon Corporation, observó un fenómeno extraño. Mientras probaba un nuevo tubo de vacío llamado magnetrón, unos dispositivos que transforman la energía eléctrica en microondas electromagnéticas, se dio cuenta de que una barrita de chocolate que llevaba en el bolsillo se había derretido. P. Spencer decidió colocar un huevo y unas palomitas de maíz cerca de dicho generador obteniendo unos resultado positivos. El huevo estaba perfectamente cocinado y las palomitas habían reventado.

A raíz de estas observaciones comenzó el desarrollo del primer horno microondas, que recibió la patente 2.495.429 en los Estados Unidos en el año 1947.

En el mismo año salió al mercado el primer horno microondas, que se instaló en un restaurante de Boston para hacer pruebas. Estas primeras unidades eran grandes y aparatosas, tenían una altura de 1,60 m  y pesaban 80 kg. Además, el magnetrón se enfriaba con agua, de modo que también era necesario instalar una tubería especial. Salió al mercado con un precio de unos 5.000 dólares.